Leyes


"Nuestra ley es la ley del agua, es la ley del sol, la ley del rayo. No admite reformas, no conoce decretos, no acepta constituciones ni políticas, porque nuestra ley que rige la vida permanece en el tiempo. Para que la armonía vuelva a nuestras vidas, es necesario que la ley creada por los hombres respete y acate la ley de origen, la ley natural, la ley de la vida, la suprema ley de los Mamos"
Los Mamos son los guías espirituales del pueblo kogui, habitantes de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia

lunes, 18 de abril de 2011

devoción en rojo

  El santuario del Gauchito Gil a ocho kilometros de Mercedes en Corrientes no descansa, nunca. Expectativas y necesidades de miles de peregrinos, cada vez en mayor número, se depositan en ese lugar, que carece de intermediarios y administradores. El sábado 16 de abril del 2011 el día estaba nublado, presto a llover pero eso es sólo un detalle para quienes tienen cuentas con los dioses.

El rojo domina el lugar, y la gente, de todas las clases sociales y procedencias, desfila en forma incesante para llegar a una cripta que está cubierta por placas de bronce y otros metales, que por miles hay en el santuario. También hay otros recintos como el museo donde  se guardan y exhiben objetos que promesantes como el exarquero de la selección nacional, Sergio Goichoechea, dejaron al santo popular.
 Es un trámite rápido el que acerca los devotos al Gaucho Gil, apenas unos segundos, para tocar las cruces de madera y piedra antecedidas por un ícono del propio correntino al que hombres, mujeres y niños acarician con afecto y agradecimiento.

¿Qué agradecerá la señora? ¿qué pedirá en estado de concentración el joven embanderado?


El chico mira las velas rojas que cada visitante enciende mientras un chamamé suena, también encendido frente a la cripta. Todo es alegría y agradecimiento, una fiesta propia, sencilla para el tremendo poder del Gauchito evidenciado en las miles de placas, mensajes en banderas, cintas rojas o simples hojas de cuaderno que dejan las personas satisfechas por los milagros o pedidos concedidos.
La familia completa luce remeras de agradecimiento. Como buen litoraleño, el hombre usa una boina tejida, todos juntos tocan la cruz y rezan en silencio.

 Cuando las nubes empiezan a disiparse tras la lluvia, una pareja mayor aparece, entre tantos que apurados se acercan a las  cruces y la cripta. Ella, alta, se hinca y comienza a caminar, arrodillada, unos pocos metros que separan la entrada del Gauchito. La señora  cumple con su promesa, convencida, segura de devolver poco por el favor recibido. Ella también le habla mientras acaricia al gaucho como si fuera una persona, le toca la cara, el pelo, las manos y se va. Para volver mas tarde y repetir ese diálogo.
 Igual que el señor en silla de ruedas  o el gaucho,  de los tantos que desfilan por el santuario, algunos en alpargatas con suela de goma pero otros con botas de carpincho, elegantes en su ropaje cargado de platería. Uno se pregunta de qué lado habrán estado durante el debate por la resolución 125.

 Las dos comisiones que controlan el lugar no se ven, el devoto sólo advierte a los vendedores de velas, cintas y estampitas rojas. Son muy amables y respetuosos y están listos para responder cualquier pregunta. Comienzan a los ocho años. Ellos son los que detallan que el único día del año que interviene la iglesia en el lugar es el 8 de enero, aniversario de la muerte del Gaucho Gil, asesinado en 1878, cuando, el verdugo primer beneficiario, contó del favor por su hijo enfermo y comenzó así el culto popular.
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jueves, 14 de abril de 2011







Los caciques mbyá-guaraní, Alejandro Méndez y Albino Gómez, denunciaron penalmente al diario misionero Primera Edición por la caricatura que publicaron el pasado domingo 3 de abril.
Llevaron el caso ante la justicia federal y ante el INADI. Discriminación, racismo y xenofobia explícita, por escrito.
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