Leyes


"Nuestra ley es la ley del agua, es la ley del sol, la ley del rayo. No admite reformas, no conoce decretos, no acepta constituciones ni políticas, porque nuestra ley que rige la vida permanece en el tiempo. Para que la armonía vuelva a nuestras vidas, es necesario que la ley creada por los hombres respete y acate la ley de origen, la ley natural, la ley de la vida, la suprema ley de los Mamos"
Los Mamos son los guías espirituales del pueblo kogui, habitantes de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia

lunes, 3 de abril de 2017

Emilie Monnet contra el mito de "la princesa" Pocahontas

"Pocahontas era una niña de 12 años que tuvo existencia real. Ella no eligió a John Smith y nosotros creemos que fue su esclava sexual. Después fue secuestrada y murió en Inglaterra lejos de su familia. Pensando en su historia vemos que la violación de los cuerpos de las mujeres indígenas y la violación de la Madre Tierra es lo mismo. Es el individualismo el que lleva a pensar que se pueden explotar los cuerpos femeninos y a la tierra. La Malinche es una historia similar. Entonces el mito de la 'princesa Pocahontas' de Disney no existe. Para empezar entre nosotros no había reyes, reinas ni princesas, esa es una palabra colonialista de las monarquías europeas".
La que dijo esto es Emilie Monnet, anishnaabe (nación indígena en el actual Canadá), actriz, activista de los derechos de los pueblos y las mujeres indígenas: serena, clara, alta, de color de ojos del tiempo, centrada y dueña de una belleza que solamente transmite paz. En su tercera visita a la Argentina (si todo sale bien vuelve en noviembre de este 2017) presentó el 22 de marzo pasado en la Alianza Francesa el unipersonal "Okinum" que significa 'dique' , una búsqueda, literal y figurada, de sanación e identidad a través de los sueños vehículos de la memoria de los pueblos y de las herencias psíquicas. Ese viaje la llevó a su tatarabuela, Mani Pizandawatac, una mujer medicina que la ayudó a encontrar los caminos para curar un cáncer de garganta pero sobre todo a encarnar el alma originaria.