Leyes


"Nuestra ley es la ley del agua, es la ley del sol, la ley del rayo. No admite reformas, no conoce decretos, no acepta constituciones ni políticas, porque nuestra ley que rige la vida permanece en el tiempo. Para que la armonía vuelva a nuestras vidas, es necesario que la ley creada por los hombres respete y acate la ley de origen, la ley natural, la ley de la vida, la suprema ley de los Mamos"
Los Mamos son los guías espirituales del pueblo kogui, habitantes de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia

martes, 3 de enero de 2017

Cuando la paciencia es política. Breve crónica del Pilcomayo


 Hace exactamente un año, el 3 de enero del 2016, publiqué la última entrada a este blog, claramente tengo que prestarle más atención y por eso arranco con estas imágenes del Pilcomayo, un río que cruza territorio indígena en el chaco salteño, un lugar extremadamente seco, caliente y áspero de día y extraordinario, por no decir glorioso, de noche. Seguro que no es mucho lo que puedo contar de este mítico lugar, uno de los últimos que quedan en estado masomenos natural en el país. Allí llegué a mediados de diciembre del 2016 invitada por Francisco Pérez, el Coordinador General de la Asociación Aborigen Lhaka Honhat.  Él quería que una periodista nacional viera con sus propios ojos (y los del fotográfo de Télam, Daniel Dabove) cómo se desarrollaba una asamblea de niyatl (cacique en el idioma de los wichí) en la que se iba a discutir una agenda acotada y precisa sobre la marcha de la titularización de 400 mil has para las comunidades que las habitan ancestralmente. La agenda con varios puntos es el reflejo de un proceso que se inició en 1984 y que tiene ahora como aspecto central las negociaciones con los criollos quienes -no todos- deben desplazarse con sus vacas y ganado, sus alambrados y   terminar con la tala de los árboles.



El encuentro se realizó en la comunidad San Luis, ubicada sobre un recodo del río Pilcomayo y a siete km de Santa Victoria Este, el poblado más importante en esta zona de frontera, triple (Paraguay y Bolivia) además del cruce de culturas e idiomas que se ven a simple vista.
Seguramente Don Fausto Moreno (de campera color naranja en la imagen a la derecha) vio los cambios de los últimos cien años ya que en su DNI dice que nació en 1913. Aunque cuenta con la ayuda de sus nietas para moverse su mirada es firme y parece disfrutar, serenamente, de la visita. Lamentablemente no hay tiempo para conversar con él ya que la asamblea está por comenzar y si bien los wichí son
pacientes y jamás están apurados tampoco es correcto hacer que esperen. Por eso, bajo la guía de Francisco Pérez (de camisa blanca con vivos verdes), volvemos al lugar donde se desarrollará el encuentro.

De esa reunión, que comenzó a las 11 de la mañana y se extendió hasta las 17 horas quisiera resaltar el tono del centenar de participantes: hablaban de a uno, se escuchaban y aunque no levantaban la voz -y muchísimo menos se insultaban o faltaban el respeto- sí se expresaban con firmeza, claridad y contundencia.
Había posiciones encontradas pero se avanzaba en la discusión. Buena parte de las quejas se la llevó las repetidas denuncias por la tala de los montes, la apertura de picadas y que pese a los acuerdos y a la orden de delimitar espacios, muchos 'chaqueños' -como se les dice a los criollos ahi- "siguen alambrando". "Hay un vecino que puso electricidad y electrocutó a unos chicos que querían pasar por un lugar que es nuestro" denunció un cacique.
El objetivo de todo esto es el título único para unas 71 comunidades que se distribuyen en las 400 mil hectáreas que todo el mundo sabe, les pertenece. Y así lo dispone un decreto del gobernador Urtubey firmado en el 2014 pero faltan los acuerdos, las mensuras y finalmente el tiulo.

El doctor en antropología de la Universidad de Oxford, John Palmer, profundo conocedor de esta milenaria cultura e integrante por casamiento de la mayoritaria comunidad wichí le dijo a esta cronista que la "tenacidad" de los wichí es lo que permitió que un reclamo por 400 mil has de tierras haya avanzado "pese a todas las trampas" con las que se encontraron en el camino. "Ellos no se alteran ante los obstáculos y son dueños de una paciencia imperturbable cuando buscan una solución".