
El encuentro se realizó en la comunidad San Luis, ubicada sobre un recodo del río Pilcomayo y a siete km de Santa Victoria Este, el poblado más importante en esta zona de frontera, triple (Paraguay y Bolivia) además del cruce de culturas e idiomas que se ven a simple vista.
Seguramente Don Fausto Moreno (de campera color naranja en la imagen a la derecha) vio los cambios de los últimos cien años ya que en su DNI dice que nació en 1913. Aunque cuenta con la ayuda de sus nietas para moverse su mirada es firme y parece disfrutar, serenamente, de la visita. Lamentablemente no hay tiempo para conversar con él ya que la asamblea está por comenzar y si bien los wichí son
pacientes y jamás están apurados tampoco es correcto hacer que esperen. Por eso, bajo la guía de Francisco Pérez (de camisa blanca con vivos verdes), volvemos al lugar donde se desarrollará el encuentro.
De esa reunión, que comenzó a las 11 de la mañana y se extendió hasta las 17 horas quisiera resaltar el tono del centenar de participantes: hablaban de a uno, se escuchaban y aunque no levantaban la voz -y muchísimo menos se insultaban o faltaban el respeto- sí se expresaban con firmeza, claridad y contundencia.
Había posiciones encontradas pero se avanzaba en la discusión. Buena parte de las quejas se la llevó las repetidas denuncias por la tala de los montes, la apertura de picadas y que pese a los acuerdos y a la orden de delimitar espacios, muchos 'chaqueños' -como se les dice a los criollos ahi- "siguen alambrando". "Hay un vecino que puso electricidad y electrocutó a unos chicos que querían pasar por un lugar que es nuestro" denunció un cacique.
El objetivo de todo esto es el título único para unas 71 comunidades que se distribuyen en las 400 mil hectáreas que todo el mundo sabe, les pertenece. Y así lo dispone un decreto del gobernador Urtubey firmado en el 2014 pero faltan los acuerdos, las mensuras y finalmente el tiulo.
El doctor en antropología de la Universidad de Oxford, John Palmer, profundo conocedor de esta milenaria cultura e integrante por casamiento de la mayoritaria comunidad wichí le dijo a esta cronista que la "tenacidad" de los wichí es lo que permitió que un reclamo por 400 mil has de tierras haya avanzado "pese a todas las trampas" con las que se encontraron en el camino. "Ellos no se alteran ante los obstáculos y son dueños de una paciencia imperturbable cuando buscan una solución".